Las herramientas y técnicas que utilizo en mi trabajo como psicoterapeuta pertenecen a la línea de trabajo de la psicología humanista y del enfoque sistémico, corrientes que creo me representa a la hora de abordar el proceso psicoterapéutico. Una de los principales puntos que rescato tiene relación con el rol central que ocupa el consultante dentro de la psicoterapia, quien es visto como una persona activa y responsable, empoderándolo de su propia vida. Como consecuencia, el proceso psicoterapéutico permite centrarse en las potencialidades de los consultantes, es decir, en sus propios recursos, asumiendo el psicólogo un rol de facilitador en el proceso de cambio más que inductor.
Enfoque Terapéutico
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Otro punto relevante de esta línea de trabajo refiere a la incorporación del cuerpo dentro de la terapia como un comunicador válido de la experiencia. En este mismo sentido, el proceso psicoterapéutico propone la apertura hacia un “darse cuenta”, es abrir los sentidos, proceso que no sólo opera desde la racionalidad, sino que incluye la corporalidad, supone atender a nuestro experienciar, desde la totalidad de nuestro ser (visión holista de ser humano).
Con la experiencia he aprendido que uno de los ejes centrales del cambio en psicoterapia dice relación con la calidad del vínculo entre psicoterapeuta y consultante. En este sentido para mí es muy importante que quien consulta pueda encontrar (se) un espacio de aceptación incondicional y principalmente amoroso.